Arte contemporáneo, antigüedades, mercado, coleccionismo

Casas de Subastas
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Coleccionismo y mercado de arte en Internet

La subasta, la compra de arte o el coleccionismo tienen ya a su alcance suficientes medios para que los internautas puedan adentrarse en este mundo sin salir de casa

Texto por Manuel G. Blázquez

Aunque se esté en el principio y todavía no haya comparable al gigante eBay.com, que el pasado mes de marzo subastó por Internet, al mismo tiempo que en la galería de Sunset Boulevard, la serie “Red Velvet”, cinco fotos de Marilyn Monroe entre una sábana de seda roja y unas gotas de Chanel nº 5. El precio de salida, 350.000 dólares. Cifra a la que aquí aún no se ha llegado a través de la red. Mercart.com, pioneros en el comercio de arte contemporáneo a través de la red, han llegado a remates de 15.000 euros, como ocurrió en una subasta del año pasado con obra, entre otros, de Jorge Oteiza o Manuel Vilariño.

Las casas de subastas de arte más importantes de España están entrando poco a poco en un mundo que les es ya necesario. Al menos en el campo de la información añadida de todos los servicios que ofrecen y en los contenidos artísticos y comerciales. Cada galería de arte, cada anticuario, cada tienda de arte o mercadotecnia relacionada con él, tienen su propio sitio web, se ofrecen los catálogos, se da información, pero no siempre hay posibilidad de comprar obra o planificar una subasta.

Nuevos portales, como guiadelarte.com, inauguran su oferta telemática aventurándose, precisamente, con una subasta que se podrá hacer por el sistema tradicional en el Museo Reina Sofía y a través de la red. Ocurrirá el día 29 de mayo, con más de 100 obras de arte donadas por autores españoles a beneficio de Unicef. La novedad está en que, ya desde el día 9 del mismo mes, al mismo tiempo que se expone la obra en la Casa de Cantabria de Madrid, se conoce también todo sobre ella y los autores a través del ordenador, pudiéndose pujar hasta la misma hora del remate.

Es un ejemplo más de iniciativas que se suman a quienes, ya desde hace años, llevan apostando por el comercio del arte a través de las nuevas tecnologías. A la cabeza del desarrollo informático y puesta de obra en la red están Mercart.com, Feriarte.com o AfinsaAuctions, con la intermediación tecnológica de Doocollet.com, todas relacionadas con el grupo Afinsa, que ofrecen la posibilidad, a través de sus sitios, de comprar y vender a precio fijo y participar, junto a los medios tradicionales, en las pujas de las subastas en sala o virtuales.

Servicios completos

Desde hace dos años, Afinsa agrupa bajo el nombre de Auctentia diferentes proyectos con todas las actividades relacionadas con las subastas reales y virtuales. El comercio electrónico, por lo tanto, se iguala al tradicional, aunque siga siendo una actividad complementaria. “En 1993 empezamos con la intención de promoción y venta de las obras de artes plásticas con las nuevas tecnologías”, afirma Jaime González Lavagne, director de Mercart.com. Los fondos de diversas galerías se ofertaban a los clientes. Pero era poco. En el 95 dieron el salto a Internet con parte de su catálogo. Fue en el 99 cuando se iniciaron las subastas de arte exclusivamente on-line: “Fuimos, con seguridad, los pioneros en toda Europa”, continúa. Las subastas han sido siempre un éxito y como ejemplo pone la celebrada en octubre pasado en el Círculo de Bellas Artes de Madrid con obra de arte contemporáneo en la que se adjudicó más del 50 por ciento de la obra. La puja era simultánea en la sala, con los métodos tradicionales del teléfono, el fax, la puja previa por escrito o correo electrónico y directamente en línea. “Se empleó el sistema sin ningún tipo de fallos, el tempo es algo más lento que en la sala, pero no interfiere en el proceso”, dice González Lavagne.

Especializados en obra gráfica original, seriada y de precio asequible, en su sitio existe la posibilidad de participar en la subasta continua, donde las obras suben a subasta de manera constante. El internauta sabe en todo momento la puja anterior, el tiempo que queda hasta el remate, además de información detallada de la obra, el autor y el vendedor. Otras facetas son la galería virtual, que ofrece a precio fijo gran cantidad de obra que se compra por la red, o las exposiciones virtuales, que se vienen haciendo desde la pasada feria de Arco. Otras plataformas, como guiadelarte.com, ofrecen directorio de artistas o museos y servicios de ayuda para montar una exposición o restaurar obra de arte.

Las plataformas de intermediación

Para que todo funcione sin interferencias debe haber un buen soporte tecnológico. Doocollet.com es la plataforma que en un futuro cercano pretende agrupar a todas las web del grupo Afinsa y cualquier otra con las que se llegue a cuerdos de intermediación. En funcionamiento desde octubre de 2001, han adaptado para ello un software específico que, después de muchos meses de trabajo, no se parece nada al original, como afirma Luis Marquina, director de comunicación y márketing de Doocollet.com.

En Internet, opina, la fuerza está en el contenido, en que lo que se ve sea dinámico y que estén claras las formas de selección, venta o de envío. Las líneas de negocio de esta plataforma son cuatro, las mismas que sirven para proveerse de contenidos. En estos pocos meses tienen constantemente en la red más de 3.500 productos u obra para el coleccionista, a los que hay que sumar una gran base de datos con más de 50.000 sellos. Una parte de lo que se pone a la venta llega de las compras propias, fruto de oportunidades de cierto nivel en joyería, relojes, juguetes o publicidad antiguos. El precio medio de estos productos supera los 100 euros. El espacio Premier de esta web agrupa de manera destacada las secciones virtuales del grupo Afinsa y otras como Ediciones Siruela, La Casa de la Moneda, Latinarte, PicassoMio o Librería Blázquez. Desde los sitios de cada firma se accede directamente, sin perder nunca la identidad de la cabecera, al soporte tecnológico con el que se realiza toda la información y transacciones: unas veces sólo para venta directa a través de un galería virtual y otras con posibilidades de subasta y puja permanentes. Aquí todo lo hace la tecnología, incluso la adjudicación del remate.

Otras dos partes completan el campo de actuación de Doocollet.com: un área profesional que da servicio a determinadas galerías o empresas del sector que no tienen tecnología propia o no desean invertir en publicidad para llegar al público. Con esta fórmula, asegura Marquina, “es como si estuvieran con sus tiendas en la plaza del pueblo, en una calle comercial como la Gran Vía y no alejados a diez kilómetros, donde no llega nadie”. Así, con el gran tráfico que se genera en la plataforma, no necesitan llamar la atención para “que vaya gente”. La última faceta es la dedicada al comercio entre particulares. La tecnología se pone al servicio de cualquiera que quiera vender o comprar mediante unas sencillas plantillas o editores informáticos que gestiona cada cliente sin ayuda. “En la venta por Internet lo que más cuenta es lo que se ve, por eso es muy importante jugar con el impacto y destacar el detalle que se quiera en las fotografías”, continúa Marquina.

Este modelo de trabajo piensan que está en proceso de consolidación. Ya disponen de suficientes áreas temáticas de selección, desde arte contemporáneo y antigüedades hasta filatelia, numismática, joyería, libros o juguetes. Las subáreas creadas son más de 75, hasta que toman la suficiente entidad como para ser un área propia.

El negocio está siempre en las comisiones que se cobran por las transacciones. Desde Doocollet se hace todo, incluido el cobro de la venta. Luego es el proveedor quien hace llegar por el método elegido la obra al comprador. El 45 por ciento de las ventas se realiza fuera de España, sobre todo en el mercado americano, pero también es importante en Inglaterra, Francia, Israel o Asia. En eDuran.com afirman también que, como la red no entiende de fronteras, una parte creciente del comercio es exterior. Aunque el fuerte siga siendo lo nacional.

Como afirma Luis Marquina, la facturación se incrementa cada mes en más de 3.000 euros y no pasa día sin que se venda por encima de los 70 euros. Cifras, que, de cualquier forma no pueden ser comparables con el comercio real.

El éxito piensa que está en la fuerza de los contenidos y en el dinamismo que ha proporcionado el sector del coleccionismo, que, se podría decir, mantiene un enamoramiento con Internet. Nunca hasta ahora había tenido tantos medios a su alcance para buscar en todo el mundo sin muchas dificultades. Pudiendo ahora, además, comprar. La obra gráfica tiene un buen mercado a través de la red pero destacan fundamentalmente los productos estandarizados. “Estos los conoce muy bien el coleccionismo”, dice Marquina, “porque sabe lo que quiere, qué pluma o sello busca, cuáles son sus características, si el valor que se le da es el justo o no”.

Tecnología de cobro

Pero si los contenidos y el dinamismo tecnológico son importantes no lo son menos tener una herramienta fiable y clara de las maneras de ofertar, comprar, vender, pagar y enviar. Al fin y al cabo cualquiera de estas plataformas son una tienda o un gran almacén donde se quiere vender y atender al cliente con garantías. Los resquemores y el miedo parece que se están rompiendo y tanto los proveedores de contenidos como los clientes que compran a precio fijo o pujan no temen al fraude. Con la experiencia de los años ninguna de las web consultadas tienen en consideración las anécdotas en las que se han visto implicados, como puede ser una puja falsa. Opinan que los niveles de engaño son bajísimos y que “la pasión por la tecnología supera al miedo”. El recelo se vence incluso en las grandes empresas, que empiezan a sumarte al mundo de Internet cuando ya lo hizo antes el coleccionismo. Un ejemplo en este sentido es la reciente puesta en marcha de Afinsa-auctions.com, una especie de intranet que da servicio en exclusiva al comercio tradicional del sello que, de esta manera, podrá buscar, pedir o solicitar información específica de aquello que no tiene y que el cliente le demanda. Todo el mundo al alcance de un mostrador.

Servicios añadidos

Las grandes salas de subastas como Sotheby´s o Cristie´s tienen toda su información de catálogos de subastas en línea pero van a ritmos diferentes. Mientras Cristies.com actualiza su sistema informático para en un futuro abrirse camino a las subastas o venta on-line, pero siempre como complemento, ya que con los métodos actuales funciona bien y no consideran el mercado de la red estrictamente necesario, en Sothebys.com tienen disponible toda una sección, online auctions, con una gran oferta de obra en diferentes categorías para poder pujar sobre ella o comprar directamente a precio fijo.

En España también es desigual la oferta comercial. Pocas casas quedan que no tengan su puntocom con el catálogo, la galería de artistas y obra, noticieros relacionados con el mundo del arte o el coleccionismo, pero son menos las que ofrecen un servicio comprometido con el comercio electrónico. Ansorena.com no dispone de servicio de subasta y compra en línea pero sí utilizan las tecnologías, como el correo electrónico, para hacer pujas previas en la subasta mensual en sala. En la red se puede consultar el catálogo actualizado o las condiciones para compradores o vendedores o una historia detallada de la casa. Algo similar ocurre en duran-subastas.es, donde complementan las oportunidades de las nuevas tecnologías a la subasta tradicional. No realizan subastas virtuales pero se utiliza mucho el correo electrónico para la puja previa. Ven ciertas dificultades en la agilidad de la comunicación, como afirma Consuelo Durán, pero no reniegan de estos medios para dar servicio añadido al cliente, como la consulta del catálogo que “compite con los envíos por el correo tradicional, que suele ser mucho más caro y demasiado lento, sobre todo para los envíos fuera de España”.

Pero este grupo sí tiene su sitio en la web para subasta continua y venta directa de obra a través de eDuran.com. En septiembre de 2000 hicieron la primera subasta, afirma Macarena Durán, responsable del proyecto. Sus subastas son virtuales y se funciona como en una subasta tradicional. Se mantienen activas durante 20 días finalizando en la tercera semana de cada mes. El nerviosismo de la puja tradicional también se mantiene en Internet. Aquí fijan una hora de subasta, las 8 de la tarde del día señalado, pero siempre que en los últimos 10 minutos no exista ninguna puja. Si no, se alarga hasta que sea necesario. La obra de eDuran es, sin embargo, con artículos más económicos, decorativos, más que para el coleccionista, aunque intenten llegar a ellos. La media de los artículos a subasta o venta está en torno a los 60 euros, oscilando entre los 12 y los 12.000 euros. En obra muy superior piensan que el cliente siempre quiere verla dirigiéndose a la sala. A la venta de precio fijo se suma a veces obra que no ha superado las expectativas de la puja. En eDuran tienen, como añadido, un servicio de atención telefónica de lunes a sábados.

El debate de lo caro o barato en Internet también está presente. Persiste la idea de que al no utilizarse los gastos del mercado tradicional debiera ser más barato pero, de una u otra manera, piensan quienes llevan tiempo en el oficio que se da al cliente servicios antes impensables. Entre ellos la puesta en la propia puerta de lo comprado o la devolución de la obra si no se está satisfecho. Claro que, como asegura Luis Marquina, de Doocollet.com, cambiar los hábitos es algo complicado, que lleva tiempo.

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