Arte contemporáneo, antigüedades, mercado, coleccionismo

Casas de Subastas
<< volver

La marcha ascendente del grabado

En numerosos ámbitos del mundo del arte existen posibilidades de inversión que exigen análisis minuciosos, sin embargo, existe ya un campo muy contrastado, el del grabado en su sentido más estricto, que ofrece garantías de éxito inversor.

Texto por E.A.

Las ferias nacionales e internacionales, como todas las ferias de arte en general, son citas clave para aquellos coleccionistas e inversores que se acercan al arte desde una perspectiva compradora dentro de unos límites de presupuesto razonablemente modestos.

La obra gráfica es el campo de la creación artística que ha promovido una popularización y socialización del arte y especialmente del contemporáneo. Es el arte al alcance de todos. La posibilidad del disfrute del arte lejos de millonarias inversiones es un hecho que cada vez más seduce a las jóvenes generaciones y que ha abierto unas perspectivas nuevas a gentes de todas las edades. Pero no es sólo el disfrute de la obra de arte, sino los claros componentes de rentabilidad, a partir de inversiones diversificadas y modestas, los que hacen de este campo un lugar preferente de la inversión alternativa.

El terreno de lo editable aparece de esta manera como un lugar donde los que pretendan realizar sus compras con visión de futuro deben estar muy atentos. Es, ciertamente, un amplio mundo sometido a una evolución constante. Desde el tradicional grabado, en series numeradas, hasta la obra gráfica original, apoyadas en todas las tecnologías modernas, existe una variedad de posibilidades casi ilimitadas.

El arte de estampar

Durante los siglos XV y XVI, se desarrolla la más primitiva técnica de grabar imágenes en papel. Es la denominada Xilografía. Ésta se obtenía mediante la realización del dibujo que se deseaba imprimir en una pieza de madera, quedando éste en un relieve que se impregnaba de tinta y se procedía a su estampación en el papel, bien manualmente o mediante medios mecánicos.

A finales del siglo XVI la madera se sustituye por el metal. Es la llamada Calcografía, donde el dibujo se realizaba sobre el nuevo soporte mediante dos técnicas distintas, al buril o mediante el aguafuerte. En este sistema el dibujo no quedaba en relieve sino hundido. La tinta entraba en estas hendiduras y la estampación se realizaba presionando el papel sobre la plancha metálica creada, mediante una prensa llamado tórculo. En el sistema del buril es el artista quien realiza la incisión directamente en la plancha. En el sistema del aguafuerte la plancha se protege mediante un barniz y el artista realiza su dibujo limpiando de ese barniz; el aguafuerte realiza la incisión mediante un efecto corrosivo que no tiene lugar en las partes todavía protegidas por el barniz.

En el último tercio de siglo XVIII comienza a desarrollarse la Litografía. Este sistema es el primero que produce una estampación plana. El dibujo ni está en relieve ni en hueco. Son métodos plenamente químicos basados en el rechazo del agua y las grasas y la sintonía de las distintas grasas. El soporte debe ser poroso, inicialmente fueron piedras, de ahí su nombre. A principios del siglo XIX la técnica ya se usaba en España.

La Serigrafía es un sistema similar y basado en los mismos conceptos químicos que la litografía pero el soporte usado es una tela de seda en lugar de la piedra.

Hasta aquí hemos presentado los sistemas que podemos llamar artesanales, donde el artista obligatoriamente tenía que estar en contacto con la creación del dibujo en el soporte de estampación. En las evoluciones posteriores industriales, desde el litooffset, fotograbado, fotocopia, impresoras de ordenador..., la estampación se produce mediante soportes intermedios y alejados del artista. El grabado contemporáneo utiliza todas estas técnicas e incluso las utiliza mezcladas y apoyadas con otros recursos diversos.

En Estampa podían encontrarse también iniciativas apoyadas en el vídeo, la fotografía, la holografía, la imagen digital. Éstos son algunos de los caminos por los que comienza a discurrir el arte tecnológico del futuro. En estos ámbitos existen virtualidades de inversión que no hay que desdeñar, pero que exigen análisis minuciosos. Por ello queremos circunscribir las actuales sugerencias al campo del grabado en su sentido más estricto: obra gráfica seriada realizada a partir de una creación artística en un soporte capaz de ser impreso.

Consagrados y jóvenes

Dentro este estricto campo del grabado, en Estampa pudo encontrarse un ámbito generacional muy amplio. Obras del todo el siglo XX, desde las primeras vanguardias, hasta el impreso más reciente que aún conserva sus tintas casi frescas, pasando por todas las estéticas que se han desarrollado en este tumultuoso siglo, también para el arte.

No podría ser de otra forma dado que en el salón se reúnen cerca de un centenar de galerías. Una pluralidad que tiene reflejo en el elevado número de artistas de todo el siglo que estuvieron representados en los pabellones de la Casa de Campo.

Litografías de Edward Munch, aguafuertes de Braque, diversas estampas de Picasso, Miró, Bacon, Kandinsky y Marc Chagall, portafolios de Henry Moore y Matta. Obra gráfica diversa de los componentes del grupo El Paso, una carpeta con grabados de Antonio Saura... Pero junto a estos sonoros nombres estaban representados los mejores grabadores del último tercio del siglo, algunos de ellos con apenas una década de presencia en los circuitos artísticos. Son los artistas de un futuro cercano, desconocidos para el gran público, pero descubiertos ya por los galeristas. Y esto último tiene una importancia decisiva para aquéllos que se acercan a este mundo no sólo con afanes estéticos sino de inversión.

Los galeristas vienen siendo durante más de un siglo los auténticos dinamizadores del arte. Ningún creador tiene futuro fuera de un circuito que poco a poco, de la mano en definitiva del público, va quitando y poniendo. Y lógicamente el galerista selecciona lo mejor de cuanto tiene y ha conocido para acontecimientos de gran relieve, y Estampa es el más importante en España en este campo.

Todo lo que venimos comentando lleva a una conclusión obvia. El salón es una oportunidad única para iniciarse o profundizar en el conocimiento de la obra gráfica y para comenzar a tomar las primeras decisiones, si deseamos invertir en un terreno que ofrece una doble característica: una inversión modesta y riesgo muy diversificado.

Precios de grabados de artistas españoles

Ofrecemos, como referencia de los precios de los grabados, los obtenidos por los artistas españoles en las subastas de todo el mundo. Para unificar, ofrecemos los precios aproximados en euros, tanto si la subasta tuvo lugar en nuestro país, y por tanto en pesetas, como en el mercado internacional, donde se utilizaron otras monedas.

* (Las fotografías que ilustran esta información corresponden a otras obras, también grabados, de algunos de los artistas que aparecen en el Dossier).

contador de visitas