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Casas de Subastas
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La venta de fotografías bate récords

Texto por Manuel G. Blázquez

En la pasada edición de ARCO, la fotografía fue la estrella del certamen, al menos en presencia, un síntoma más de que la expresión artística basada en la técnica fotográfica está en un buen momento. Apenas existe galería que no tenga entre sus artistas alguno que utilice la cámara para sus creaciones. Para los expertos está siendo una sorpresa y algunos galeristas piensan que se ha llegado demasiado lejos en muy poco tiempo.

La subasta de una fotografía de Andreas Gursky en Cristie´s de Londres el 6 de febrero por 611.909 dólares ha servido para que esta expresión artística se codee ya con otras cotizaciones de arte moderno; una copia, de seis (“Untitled V, 1997”), que reproduce una estantería de zapatillas deportivas, superó las previsiones de la propia casa de subastas, que lo había estimado en tres veces menos, lo que ha roto la barrera, estableciendo el récord de venta de una fotografía contemporánea, y ha superado el tope establecido por el propio autor el año pasado, lo que viene a demostrar que, tal vez, no se ha tocado techo.

La fotografía histórica recorre su propio camino y alcanza sumas importantes en las ventas, muchas veces más por su condición de pieza única o antigua que reproduce la memoria histórica, que por lo que se entiende como valor artístico. Precisamente, los próximos días 21 y 22 de marzo entra en subasta en Sotheby´s la considerada como primera imagen conseguida por métodos fotográficos: un caballo y un niño, de Joseph Nièpce, fechada en 1825, anterior a sus primeras imágenes conocidas hasta hoy, de 1826-27.

Redefinición

El impulso que ha tomado la fotografía en las ferias de arte contemporáneo ha servido para redefinir una disciplina que hoy se aleja de las formas clásicas y ha entrado a formar parte de las artes plásticas utilizándose como mero soporte de expresión, junto al pincel tradicional o los últimos, como el vídeo, el ordenador o las formas digitales. Hay una frontera clara con el pasado aunque existan buenos exponentes que se mantienen en los cánones de la fotografía clásica, la llamada “fotografía fotográfica”.

Lo que en España parece haber entrado con fuerza lleva fraguándose ya muchos años en otros países europeos, como Francia y Alemania. Hay décadas de ventaja, incluso, si nos remontamos al interés que se empezó a mostrar por la fotografía como arte a través de las primeras exposiciones del Museum of Modern Arts de Nueva York, MOMA, en los años 60 del pasado siglo, auspiciadas fundamentalmente por nombres que han pasado a formar parte de la historia del movimiento artístico fotográfico: Edward Steichen y John Szarowski. El primero, ya en 1955, organizó la gran exposición “The family of Man”, una recopilación de dos millones de fotografías de todo el mundo, con la que intentó reflejar la vida humana en toda su extensión, desde el nacimiento hasta la muerte. El segundo, con “New Documents”, reunió obras de Diane Arbus, Garry Winogrand y Lee Friedlander que ayudaron a definir la fotografía como “un medio de expresión parecido a los descubrimientos del arte contemporáneo”.

Al poco tiempo, en 1969, nació la primera galería comercial dedicada en exclusiva a la fotografía, la Witkin Gallery. Debido a su éxito, las casas de subastas de Londres y Nueva York iniciaron de manera habitual la puesta a la venta de obras fotográficas. Desde entonces, el interés fue creciente y ocupó su lugar en los años 70 del siglo XX en citas como los Rencontres Internationales de la Photographie en Arlès (Francia) o la Documenta de Kassel (Alemania), incrementándose el interés por la fotografía como forma artística coleccionable y de creciente valor en el mercado.

Los más cotizados

Así ha sucedido hasta nuestros días, en los que una selecta lista de nombres se apiñan entre los más escogidos por los coleccionistas. Al citado Andreas Gursky se le pueden sumar Bruce Nauman, Richard Prince, Charles Ray, Meret Oppenheim, el canadiense Jeff Wall, Rodney Graham, Thomas Ruff o Candida Höffer, alumna, como también lo fue Gursky, de Bernd y Hila Becher, cuya influencia se deja ver en muchas de las creaciones fotográficas contemporáneas. Cyndy Sherman es un caso especial; su obra es de las que más cotizan cuando a principios de los años ochenta del siglo pasado apenas vendía sus fotografías, incluso de manera directa, por entre 50 ó 200 dólares; hoy está a la cabeza de la lista de los preferidos con obra que no baja de los 200.000 euros. Otros nombres cuyas obras se buscan son Mariko Mori, Thomas Struth, Richard Prince, Hiroshi Sugimoto, Charles Ray, Pierre et Gilles, Nan Goldin, Tracey Moffatt o Andrés Serrano.

Al mismo tiempo, la fotografía anterior se cotiza en autores como Man Ray, Alexander Rodchenko, Robert Frank, August Sandy, Gustave le Gray, Ansel Adams, Alfred Stieglitz, Paul Strand, Helmut Newton, Lord Snowdon, Robert Mapplethorpe, William Klein, Robert Doisneau y, quien sigue siendo imprescindible, Henri Cartier-Bresson.

Entre los españoles, despiertan gran interés Joan Fontcuberta, Javier Vallhonrat, Montserrat Soto, Alberto García-Alix, Gabriel Cualladó, Daniel Canogar, Eulàlia Valldosera, Humberto Rivas y, con una fotografía de gran fuerza pero alejada de las tendencias más actuales, Cristina García Rodero.

Nombres que se repiten, junto a otros muchos, en las principales galerías que, en todo el territorio, llevan apostando años por la fotografía: Helga de Alvear, Soledad Lorenzo o PhotoGaleria (Madrid), Juana de Aizpuru (Madrid y Sevilla), Visor y Luis Adelantado (Valencia), Spectrum (Zaragoza), Forvm-Chantal Grande (Tarragona) y Metropolitana (Barcelona).

La fotografía española actual considerada de calidad se puede encontrar a partir de los 1.000 euros, aunque son frecuentes las obras de gran formato de entre 6.000 y 10.000 euros. Para que la cotización se mantenga, las copias de todos los autores son siempre limitadas, desde 2 a 20, aunque sean frecuentes las 7 copias y se llegue a veces hasta las 60. Su control parece claro, como atestiguan los galeristas, y las posibilidades de engaño en el número de copias, difícil. Aunque, a veces, se hacen series de la misma foto en menor tamaño.

Quién compra en España

En España, la fotografía contemporánea, y apenas la antigua, no entra en las subastas y la manera de acceder al mercado es a través de los comisarios y las galerías, el puente entre el fotógrafo, el comprador y el coleccionista. La galerista Helga de Alvear, que siempre tiene entre sus autores a un nutrido grupo de artistas que se caracterizan por la utilización de la fotografía como soporte, piensa que aquí los fotógrafos están todavía poco promocionados. Aunque empiecen a destacar en el panorama internacional y vendan a precios destacables, como Monserrat Soto, cuyo tríptico fotográfico representando una línea de bidones se vendió en ARCO por 12.500 euros.

Durante el año se programan, sin embargo, infinidad de exposiciones individuales y colectivas por todas las provincias españolas y se celebran grandes festivales fotográficos como Primavera Fotográfica de Cataluña o FhotoEspaña que sirven más bien para acercar la fotografía a un público masivo que como plataforma para la inversión.

Las colecciones privadas de fotografía son todavía muy pocas, destacando la de Ordóñez-Falcón y la de la propia Helga de Alvear. Parte de ésta ha servido para iniciar, por medio de la exposición “Paisajes contemporáneos”, el reciente creado proyecto de la Fundación Foto Colectania, una entidad privada que pretende difundir la fotografía española y portuguesa contemporánea. Además de aumentar sus fondos, actualmente son unos 2.000 originales, promocionarán el coleccionismo de la fotografía de autor. Esta actividad está centrada más en las fundaciones de grandes entidades financieras como La Caixa o Banesto, ambas con originales de autores históricos y contemporáneos de reconocido prestigio internacional. La Obra Social de Caja Madrid, además de su propia colección, promociona la creación fotográfica por medio de becas y a través de la cofinanciación de colecciones de libros de fotografía de autores españoles como PhotoBolsillo, editado por La Fábrica.

Entre los museos son conocidas las colecciones crecientes del Reina Sofía, que entre otras obras ha adquirido, como ya publicó Antiqvaria, en su número 194, fotografías como 'Knight hawk of Georgia of the invisible empire I', de Andrés Serrano, por 2.204.000 pesetas, 'Sade', de Ana Laura Aláez, por 928.000 pesetas, 'Lección del campo del mirlo', de Natividad Bermejo Arrieta, por 725.000 ptas., y algunas de fotógrafos como Chema Madoz, adquiridas también a precio elevado, medio millón de pesetas. Además, el Reina Sofía entre otras piezas ha comprado recientemente una serie en blanco y negro de Cristina García Rodero, 'Rituales de Haití, 2001'. Son copias grandes que tenía Juana de Aizpuru. Las compras totales realizadas por el Reina Sofía podrían alcanzar los 550.000 euros (3.305 millones de pesetas). Merecen ser citadas también las colecciones del IVAM, del Museo Extremeño e Iberoamericano de Arte Contemporáneo de Badajoz (MEIAC), de la Fundación 'la Caixa', la Fundación Telefónica o del El Centro Galego de Arte Contemporáneo, que han comprado fotografías, lo mismo que la Fundación Coca-Cola, que ha adquirido una gran fotografía de Helena Almeida, por la que ha pagado 21.035 euros.

Pero no sólo son los museos o instituciones sino que las propias Comunidades Autónomas han formado colecciones que han partido casi siempre de exposiciones previas. Éste es el caso de la Comunidad de Madrid, que dispone de más de 400 fotografías en una colección que se inició fundamentalmente a través de las muestras de una de sus salas especializadas, el Depósito del Canal de Isabel II.

Muchas instituciones, incluso locales, como el caso del Ayuntamiento de Alcorcón, en Madrid, disponen o inician su colección. El Consorcio Salamanca 2002 es un ejemplo. Con motivo de la capitalidad cultural encargó a 6 fotógrafos su propia visión de la ciudad. La obra, ahora en exposición, aumentará los fondos del Centro de Arte de Salamanca. Aunque algo se ha andado, queda mucho camino hasta llegar a colecciones como las del Museum Ludwig de Colonia (Alemania) o el Center for Creative Photography de la Universidad de Arizona (EE. UU.), este último con más de 50.000 originales.

Fotografías vendidas en Christie´s a precios elevados:

- Grusky, Andreas. 'Untitled V'. 1997. 611.909 dólares. Londres. 6 de febrero

- Struth, Thomas. 'Musée dÓrsay II, Paris'. 1989. 137.512 dólares.

Londres. 6 de febrero.

- Struth, Thomas. 'Art Institute of Chicago I'. 199/91. 145.289 dólares.

Londres. 6 de febrero

- Rodchenko, Alexander. 'Girl with Leica'. 115.500 libras. 1992. Londres.

- Ruff, Thomas. 'Sterne 02h 56m-65 degrees'. 80.750 libras. Londres

- Pierre et Gilles. 'Sarasvati-Ruth Gallardo'. 1988. 34.075 libras. Londres.

- Stieglitz, Alfred. 'The Teminal, New York'. 1892. 134.375 dólares. Nueva

York. 5 abril 2000.

- Frank, Robert. 'City Fathers, Hoboken'. 1955-56. 88.125 dólares. Nueva York.

5 abril 2000.

- Strand, Paul. 'The Family, Luzzara, Italy'. 184.000 dólares. Nueva York. 5

octubre 1999.

- Serrano, Andrés. 'Piss Chist'. 43.700 dólares. Nueva York. 5 octubre 1999.

- Ray, Man. 'Self-Portrait'. 1933. 90.500 dólares. Nueva York 4 octubre 1999.

- Mapplethorpe, Robet. 'Orchid, Irises and Hyacinth'. 1987. 44.650 dólares.

Nueva York. 13 octubre 2000.

- Cartier-Breson, Henri. 'Seville, Spain'. 1933. 94.000 dólares. Nueva York. 12

octubre de 2000.

- Sugimoto, Hiroshi. 'Radio City Music Hall, NYC'. 1977. 30.550 dólares. 18 de

abril de 2001

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