Arte contemporáneo, antigüedades, mercado, coleccionismo

Bajo el lema 'Cuando la publicidad era arte', la firma Auctentia, en colaboración con Soler y Llach Subastas Internacionales y Finarte España, organiza una subasta extraordinaria con el título de 'Carteles de época', que se celebrará en el Hotel Wellington, de Madrid, el jueves 13 de junio a partir de las 17 horas, con la presentación de los lotes desde el 1 hasta el 353, de temas generales, y dos horas más tarde, a las 19, los lotes desde el 354 hasta el 529, de temas relacionados con el cine.

Será la primera subasta monográfica que se celebra en España, dedicada enteramente al cartel mural en todas sus facetas, tras el éxito de las tres anteriores subastas, organizadas por dichas firmas, dedicadas exclusivamente al género cinematográfico.

La subasta se compone de 529 carteles, de toda clase de temas, divididos en dos grandes apartados, publicidad y cine, que abarca precios de salida entre los 150 y los 15.000 euros, con mayoría, en la sección de Cine, de precio de 200 euros. Los tamaños son generalmente de 100 x 70 cm, máximo admitido de las máquinas impresoras, primero de litografía y luego de offset, utilizadas en España. Pero hay medidas mayores, hasta de 200 x 420, que son de elaboración extranjera (desde 143 x 112 cm a 210 x 100 cm). Muchos están entelados, y la casi totalidad, como fruto de una perfecta selección, en magnífico estado de conservación.

La sección agrupada como Publicidad comprende temática tan diversa como Ferias y exposiciones, que ofrece 65 carteles, Turismo, 36, Publicidad Comercial, 101, Deportes, 48, Motocicleta, 13, Guerra Civil española, 51, Espectáculos, 15, los mismos que Toros.

En la sección de cine se reúnen los temas de Comedia-drama, Terror y Cine fantástico, Dibujos animados, Cómicas, Cine negro/policiacas, con mención especial a Hitchoock, Acción-aventuras, Temas españoles producidos en el extranjero ('Carmen' y 'Don Quichote') y, finalmente, Cine español.

Del cúmulo de datos que ofrece el catálogo de la subasta, extraemos que los realizadores más prolíficos han sido, por este orden, José Morell, Jano (Francisco Fernández-Zarza Pérez, Madrid 1922), Soligo, Penagos, Ruano Llopis, MCP, Ramón Casas, Villemot, Bardasano, J. Espinós, Falgar, G. Camps y A. de Riquer.

En cuanto a pintores que realizaron carteles, además del citado Ramón Casas, hay constancia de los trabajos de Julio Romero de Torres (para la Unión Española de Explosivos), Hipólito Hidalgo de Caviedes, José Segrelles, Baldrich, Vázquez Díaz, J. Obiols, Sáenz de Tejada (que firma Tejada), Guinovart, para el anuncio de una exposición suya, Alexandre de Riquer y José Caballero, éste con uno solo.

El cartelista profesional es un artista más dibujante que pintor. Su oficio le ha obligado a dominar la técnica del gouache y la del aerógrafo, cuando no era posible mezclar los colores, sino que había de realizarse el cartel con tintas planas. Es de admirar cuántos motivos de inspiración han tenido que plasmar en sus obras, y sobre todo contemplar, como nosotros pudimos hacerlo en otros tiempos, la conjunción de un concurso de carteles, cuando esto era lo habitual, para que ganara el premio uno solo de sus creadores, lo que llegó a generalizarse de tal forma, que resultaba harto difícil el encargo directo. Siempre nos pareció una costumbre injusta. Otra de las características de la cartelería era la rotulación creativa, ya que pocas veces se empleaban los llamados caracteres de imprenta.

Afición

En España, va incrementándose poco a poco la afición al cartelismo. Su oferta se hace cada vez más ostensible y no es fácil determinar su la afición aumenta y por ello se llegan a organizar subastas, o si porque éstas se celebren contra viento y mareas se animan los coleccionistas. Un establecimiento que mantiene siempre un selecto stock, por citar a uno de Madrid, es Frame, de General Pardiñas. Igual sucederá en Barcelona, aunque no tenemos anotado nada al respecto. No llega, por supuesto, en España el ardor que se produce en algunos países del extranjero, como ya es de antiguo notable en Francia, Inglaterra, Italia y Alemania. Pero en los Estados Unidos alcanza el paroxismo: en noviembre de 2000, en Sotheby´s de Nueva York se pagaron 520.000 euros por un cartel cinematográfico de la película 'Metropollis', y 460.000 euros por uno de 'La momia', película interpretada por Boris Carloff.

La primera publicación española dedicada a este asunto fue 'El cartel', de Rafael Santos Torroella, editada por Argos en 1949, cuando la afición apenas había comenzado. Fue quizás un avance premonitorio. Más recientes son las ediciones llevadas a cabo por el coleccionista Jordi Carulla, prologuista del catálogo de la subasta que comentamos, que con sus recopilaciones ha tratado de contagiar su entusiasmo al público en general: 'Cataluña en 1.000 carteles', 'España en 1.000 carteles', 'La Guerra civil en 2.000 carteles' y 'La Publicidad en 2.000 carteles'. En realidad, han sido recogidos por Carulla un total de 6.763 carteles en cinco volúmenes, con más de dos mil páginas. No satisfecho con ello, ha retomado la tarea y publicó después 'El color de la Publicidad', 'El color de España', 'El color de la guerra' y 'El color del ocio', en volúmenes más asequibles. Los 529 carteles de la presente subasta están reproducidos a todo color en un completo catálogo.

Ignoramos las referencias a las que hay que acudir para conocer el precio que aceptar un coleccionista para adquirir un cartel. Suponemos que hay estudiosos del tema que conocerán o imaginarán con bastante certeza las existencias actuales de cada modelo, que tendrá en cuenta su antigüedad y, por supuesto, la calidad artística de las obras, así como la de su reproducción, clase de papel, etc. A falta de catálogos como los que cotizan la filatelia o la numismática, con pasos como el que se da en esta subasta, por ejemplo, sin duda se irá dilucidando esa cuestión. Confiamos en el éxito de esta convocatoria.